Los riesgos antrópicos en el Programa de Autoprotección de Castilla y León, y en general en materia de protección civil, son aquellos que se derivan de las actividades humanas y su impacto en el medio ambiente. Esto puede incluir riesgos como la contaminación del aire, del agua y del suelo, la deforestación, la degradación del suelo, la urbanización desordenada, la construcción de infraestructuras peligrosas, la generación de residuos tóxicos, entre otros.
Estos riesgos antrópicos pueden tener consecuencias graves para la seguridad y el bienestar de la población y del medio ambiente en general. Por esta razón, es fundamental que los gobiernos, las organizaciones y las comunidades trabajen juntos para identificar, prevenir y mitigar estos riesgos, y para desarrollar planes de protección civil que permitan hacer frente a situaciones de emergencia, tal y como hace el Plan de Promoción de la de Autoprotección de Castilla y León.
Los riesgos antrópicos, por lo tanto, se refieren a aquellos riesgos generados por la actividad humana que pueden poner en peligro la vida, la salud y el bienestar de las personas, así como el medio ambiente en el que vivimos y gracias al conjunto de medidas preventivas propuestas por PROTECCYL podremos minimizar e incluso evitar sus consecuencias.
